Los clientes se habían mudado recientemente a la zona de parque Coímbra, (Móstoles). La casa tenía un jardín muy grande pero muy descuidado y buscamos la forma de sacarle partido a tantos metros haciendo una gran pradera de césped natural.
Se realizó un nivelado de la parcela eliminando montículos e imperfecciones y separándola en dos zonas a diferentes alturas, construimos para ello un muro de contención en color blanco.
Posteriormente procedimos al labrado del terreno y aportamos tierra enriquecida para semillar el nuevo césped. Para asegurar la correcta germinación y un fácil mantenimiento se hizo una instalación de riego con red wifi que el cliente podía controlar y modificar mediante su teléfono móvil.
La obra se acompañó con trabajos de poda, trasplante de ejemplares y plantación de árboles frutales.
Antes y Después